Resumen:
Perdido en el Eternum…
En el mismo Eternum de La Senda, pero en un planeta olvidado y en un tiempo indeterminado.
Allí se alza Constanza, la ciudad escudo: un coloso de piedra sepultado bajo la niebla de ceniza. En lo alto, los nobles se ocultan en torres oscuras; en lo profundo, los mineros de hueso se consumen en túneles infinitos, arrancando del abismo lo que aún sostiene a la urbe. La ceniza lo cubre todo: calles, cuerpos, recuerdos. Es el aire que se respira y el velo que oculta verdades antiguas, aún susurradas junto a hornos apagados.
Bajo la montaña laten horrores y dragones colosales, sobre cuyos lomos enteros clanes han levantado sus campamentos. No son bestias domesticadas, sino titanes vivos, más viejos que los imperios de los hombres, cuyo rugido estremece la roca y las almas por igual. Su despertar no traerá salvación, sino el anuncio de una nueva era.
En este mundo al borde del derrumbe, tres destinos se entrelazan: Clea, la joven Oráculo de cabellos blancos, atrapada entre la fe y la condena; Django, el insolente zíngaro de la Luna Roja, marcado por una sangre tan antigua como los dragones; y Duncan Margrave, jefe de la guardia, cuya espada sostiene el frágil equilibrio de un orden que se desmorona.
Llamas y Ceniza abre una saga oscura y monumental, donde fuego y ceniza se disputan el futuro de la humanidad, y cada decisión pesa como un juramento sobre el filo del abismo.
Aunque forma parte del multiverso del Continuus Nexus, esta serie puede leerse de manera independiente y se desarrolla de manera paralela e independiente a la Senda de las Estrellas.
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Llama y Ceniza
Ceniza de Dragón (1)
Constanza, la ciudad escudo, resiste enterrada bajo la niebla de ceniza. En lo alto, los nobles se atrincheran en torres pétreas; en lo profundo, los mineros de hueso se consumen en túneles interminables, arrancando del abismo lo que mantiene viva a la urbe. Pero la ceniza lo cubre todo: calles, cuerpos, recuerdos. Es el aire que se respira y el velo que oculta horrores y verdades antiguas.
Bajo la montaña laten los dragones, colosales y dormidos. No son bestias de carga, sino titanes vivos, más viejos que los imperios de los hombres, sobre cuyos lomos los clanes zíngaros han levantado sus campamentos. Su despertar no anuncia salvación, sino un cambio de era.
En ese mundo agrietado tres figuras se alzan con destinos entrelazados: Clea, la joven Oráculo de cabellos blancos, atrapada entre la fe y la condena; Django, el insolente zíngaro de la Luna Roja, marcado por una sangre tan antigua como los dragones; y Duncan Margrave, jefe de la guardia y mejor espadachín de Constanza, cuya espada sostiene un orden que se desmorona.
Llamas y Ceniza I: Ceniza de Dragón es una novela oscura y monumental, donde fuego y ceniza marcan el inicio de una saga de profecías, linajes y dragones que decidirá el destino de la humanidad.
Corazón de Dragón (2)
Aterrizan en las terrazas de Lutecia con la lengua hecha polvo y una ciudad que no recibe: campanas mudas, puertas ciclópeas abiertas, vajillas servidas sin comensales. Bajo órdenes de Duncan, se levanta un único refugio junto al Pozo de Dragón (nadie pernocta fuera): rastrillos, cadenas, racionamiento, turnos, niños al centro. Medea invoca los lazos con la Casa Lutecia y exige precedencias; Santino intenta preservar el rango; Ricard y Menorá fuerzan el pragmatismo. La Niebla permanece abajo, paciente: no persigue, observa.
En los almacenes, Davina enseña letras a Ludwig mientras levantan inventario; registran que el último turno de guardia quedó sin firmar. Sancho y Sandor cartografían lonjas y claustros: vajillas intactas, respiraderos que exhalan tibio con olor a miel, sombras en las alturas. En el archivo, Bardo fuerza estantes sellados: símbolos velados de Los Magus, rutas de Pozos y Menhires de Justicia; Maximilian —que teme que le destapen la malversación de Constanza— lo acecha, sospecha su pertenencia a la cofradía y a la vez lo necesita. Django halla un cofre de oro en una guilda cerrada; Ricard le impone secreto para que Santino no lo huela.
Clea sueña con Temis y Mefisto disputándose su voz: la justicia tensa la venda; el abismo le ofrece una cama caliente si cede a Django; no hay consumación, sólo hambre. Astarté, vieja y celosa, interrumpe caricias con humor huraño. En un salón de la casa antigua de Medea, encuentran huellas de pies descalzos de niño cruzando una banderola caída. Y en el perímetro, tres golpes secos —tac, tac, tac— responden desde el submundo: alguien al otro lado ha aprendido a contar. Aún no se muestran; todavía no. La consigna que salva nace aquí: contar tres y no dar el cuarto.
Ojos de Dragón (3)
La ciudad no cambia de sitio, pero se acerca. Los turnos de exploración descienden a templos de Temis desmantelados: cálices volcados, gotas ámbar que no son cera, aliento detrás de los muros; la cripta seca respira por la grieta. Duncan ensaya la retirada en corredores que ahogan el sonido; Sancho detecta rejillas donde una mano pequeña tantea afuera y se retira “como quien aprende a medir la sopa que no es suya”. El manual de la supervivencia se escribe en tiempo real: cadenas, cuñas y rastrillos; tres golpes de señal, nunca el cuarto.
Clea libra su guerra privada: Temis le exige continencia y gobierno de sí; Mefisto la enciende con visiones y le susurra que yacer con Django rompería la Voz. Entre ambos, el deseo se afila en renuncia, y la noche en el patio trasero apenas permite un casi-beso hasta que Astarté se planta con su enorme sombra de ala: no. Clea, sin embargo, ve con los ojos cerrados una ciudad que no es Lutecia: río, faros en círculo, estatuas con capucha, campana que derriba paredes sin badajo. Una geografía distinta llama: Umbral.
Bardo y Duncan sellan alianza práctica en el archivo —“fuego robado” de los estantes ocultos—, mientras Maximilian, entre la culpa por el oro y el miedo a Los Magus, roba una arqueta que cree llave y tal vez sea condena. Santino y Ricard se miden sin romper la cuerda; Medea y Menorá administran la deuda y el orden. Davina y Ludwig consolidan un lenguaje nuevo: raciones como silabario, disciplina como gramática. La Niebla, abajo, no sube: escucha. Y la ciudad, todavía sin rostro, imita voces con una precisión ligeramente equivocada. La sensación de ser nombrados desde dentro recorre el Pozo. Falta una chispa, un sermón, y el mundo aprenderá que el adversario ya ha aprendido.
Alas de Dragón (3)
Primero la palabra, luego el hierro. En la capilla improvisada del Pozo, Clea pronuncia el Sermón de ceniza: orden, continencia, paz armada entre Santino y Ricard, deber compartido de Medea y Menorá, y contención del deseo como disciplina del alma. Entonces, desde dentro del recinto, una voz de niño pregunta: “¿Puedo entrar?”. No viene de la puerta: viene de la pared. La liturgia se convierte en cuarentena del pánico.
El perímetro resiste: flechas, arcabuces, aceite; Astarté abre claros con bramidos que quitan el aire a la calle; Bardo protege pergaminos; Maximilian carga su caja y exhibe la cobardía que luego aprenderá a domar. Por fin, la ciudad enseña rostro: ojos ámbar, piel tensa, boca sin labios que sonríe como una herramienta exhibiendo filo. El rastrillo principal cede un palmo: sólo sirve sellar desde dentro.
Sancho —hueso de guardia, memoria de barro— y Sandor —mano mayor del clan, mecánico del hierro— entran al corredor interior. Cadena, pasador, cuña: oficio contra hambre. Uñas gastadas por piedra tantean la rendija; sangre oscura firma el cuello del sargento. Juran: por la Luna Roja, por la vieja que sube, por el niño que lee, por la ciudad que todavía no devora. Dan dos golpes —uno que avisa, uno que sostiene— y nunca el tercero. El rastrillo cae “como cae un veredicto”: muerde piedra, la cuña canta su nota perfecta, la cadena cierra la tripa. Sancho y Sandor se quedan dentro. Arriba, Astarté se alza con víveres, niños, libros y mapa, y un pacto tácito entre Ricard y Santino: rango al servicio del rumbo.
En el amanecer, Bardo desdobla el cuero: junto a la espiral en balanza (marca de Los Magus) luce la palabra que Clea vislumbró en sueños: Umbral. Medea y Menorá lo toman no como joya, sino como deuda. Duncan marca rumbo; Django pide, no manda; Astarté somete el aire. Lutecia queda atrás con las puertas selladas y un juramento clavado en la jamba. La Niebla no se mueve. Aprende. Y el cuento —como los dragones viejos— sigue.
Personajes en la primera novela
Nombre | Cargo / Título (Ciudad / Clan) | Descripción física | Motivaciones y psicología | Parentescos / Relaciones | ¿Escapa en Astarté? |
---|---|---|---|---|---|
Clea Santino | Vestal de Temis → Oráculo de Constanza | Cabello negro al inicio; tras el Elixir, blanco; ojos morados en trance; porte etéreo | Fe vs deseo; llamada de Temis; amor prohibido con Django | Hija de Santino y Medea; cercana a Matea; protegida por Duncan | Sí |
Django | Jinete designado de Astarté (Clan Luna Roja) | Joven zíngaro; cabello oscuro rizado; laúd a la espalda | Orgullo y libertad; asumir el linaje; ama a Clea | Hijo de Ricard y Menorá; hermano de Sandor y Davina; vínculo con Astarté | Sí |
Duncan Margrave | Jefe de la Guardia de Constanza | Rubio, delgado, ojos azules; casaca negra con botones dorados; sable y arcabuz | Deber, honor y compasión; líder marcial | Amante de Matea; protector de Ludwig; aliado de Bardo | Sí |
Maximilian | Maestre Alquimista de Constanza (Ciudadela) | Anciano encorvado, calvo; túnica manchada | Conservar influencia; recelo hacia Bardo; racional hasta la ceguera | Consejero del Dux; rival de Bardo | Sí |
Bardo | Alquimista de la Ciudadela (rival de Maximilian) | Joven, delgado; mirada intensa, manos manchadas de tinta | Ambición y conocimiento; dilema entre deber y poder. Miembro de la sociedad secreta de Los Magus | Rival de Maximilian; coopera con Duncan en la huida. | Sí |
Santino | Dux de Constanza | Gordo y bigotudo; ropajes suntuosos | Orgullo de casta; negación del desastre; preservar el poder | Esposo de Medea; padre de Clea y sus tres hermanas | Sí |
Medea | Dama ducal de Constanza | Porte severo, mirada fría; noble | Proteger a sus hijas; mantener el prestigio de la casa | Esposa de Santino, original de Lutecia; madre de Clea y 3 niñas | Sí |
Matea Doria | Dama de compañía (Casa Doria) | Joven noble, discreta y bella | Lealtad a Clea; amor por Duncan; temor a la deshonra | Amante de Duncan; aliada de Clea | Sí |
Ricard | Patriarca del Clan de la Luna Roja | Rostro duro; barba trenzada; porte severo | Proteger al clan; orgullo de sangre antigua | Esposo de Menorá; padre de Django, Sandor y Davina | Sí |
Menorá | Matriarca del Clan de la Luna Roja | Rasgos firmes; atavíos zíngaros | Cohesión familiar; prudencia y temple | Esposa de Ricard; madre de Django, Sandor y Davina | Sí |
Davina | Hija de Ricard (Clan Luna Roja) | 19 años; muy atractiva; ojos azules; cabello negro rizado | Curiosa y empática; vínculo afectivo con Ludwig | Hermana de Django y Sandor | Sí |
Sandor | Segundo de Ricard (Clan Luna Roja) | Fuerte, práctico; manos de mecánico | Lealtad eficaz; iniciativa (abre compuertas) | Hermano de Django y Davina | Sí |
Ludwig | Niño minero de hueso (Constanza) | Pálido y tiznado de ceniza; mirada herida | Inocencia rota; instinto de supervivencia; arco de crecimiento | Hijo de Ferdinand y madre sin nombre; protegido por Duncan y Davina | Sí |
Padre de Ludwig (Ferdinand) | Minero de hueso (Constanza) | Exhausto, herido; temblor febril | Proveer y cumplir juramentos; víctima del abandono | Padre de Ludwig | No (muere) |
Madre de Ludwig | Plebe de Constanza | Mujer humilde; agotada por la niebla y el miedo | Proteger a sus hijos hasta el final | Esposa de Ferdinand; madre de Ludwig y dos bebés | No (muere) |
Sargento veterano | Guardia de Constanza | Militar curtido; uniforme maltrecho | Leal y pragmático; guía a civiles hacia Pozo Dragón | Bajo mando de Duncan; coordina con Ricard | Sí |
Astarté | Dragona de la Luna Roja (la más vieja de Constanza) | Colosal; escamas negras; ojos como brasas | Instinto ancestral; vínculo de sangre con su jinete | Ligada a Django; reverenciada por el clan | Sí (porta a todos) |
El Arconte (Mefisto) | Entidad espiritual del Abismo | Presencia de fuego y ceniza; voz abismal | Corrupción y hambre; tenta y desgarra destinos | Se manifiesta en los sueños/visiones de Clea | N/A |
La Diosa Temis | Deidad de justicia y profecía | Luz blanca y violeta; presencia etérea | Guía a las vestales; otorga la visión oracular | Llama a Clea; fundamento de los Oráculos | N/A |
Los Hambrientos | Plaga de infectados | Cuerpos demacrados; ojos ámbar; garras y colmillos | Devorar e infectar; el fin que asciende del Abismo | Antagonistas masivos; arrasan Constanza | No (enemigos) |
Tabla de conceptos fundamentales de la saga Llamas y Ceniza
Concepto | Definición | Función en el mundo |
---|---|---|
Dragones | Titanes vivos, colosales, más antiguos que los imperios de los hombres; dormidos bajo la montaña. | Son cimientos de los clanes zíngaros, sobre cuyos lomos se levantan campamentos; su despertar anuncia un cambio de era. |
Niebla de ceniza | Bruma perpetua que cubre Constanza y sus alrededores, mezcla de polvo, humo y residuos de las calderas. | Ambiente omnipresente que impregna calles, cuerpos y recuerdos; símbolo de decadencia y velo que oculta verdades antiguas. |
Jinete de dragón | Miembro del clan vinculado al vuelo de un dragón mediante la carlinga y un pacto sagrado. | Controla la criatura durante el vuelo; es un título de linaje, pero no todos los portadores son verdaderos jinetes. |
Polvo de dragón | Sustancia derivada de la columna vertebral de los huesos de dragón en el abismo, prolonga la vida, cura enfermedades. | Materia rara con propiedades místicas y energéticas, ligada a los alquimistas y a antiguos cultos. |
Alquimista | Sabio y artesano del conocimiento oculto, estudioso de sustancias, pócimas y manuscritos antiguos. | Custodia saberes prohibidos; personaje clave en intrigas, dependen de la Ciudadela. |
Maestre Alquimista | Título máximo del gremio de alquimistas en cada ciudad Escudo (ejemplo: Maximilian). | Figura de poder intelectual y político, rivaliza con otras facciones; su influencia puede sostener o desestabilizar al Dux. |
Dux | Gobernante de la ciudad escudo, título noble que encarna el poder político de Constanza. | Representa el orden establecido y la soberbia de la nobleza; eje de intrigas y decadencia. |
Calderas | Enormes hornos que hierven en el corazón de la ciudad, controlados por los mecánicos y alimentado por el aliento de los dragones. | Fuente de energía y calor que mantiene Constanza; símbolos de servidumbre y agotamiento humano. |
Abismo | Las profundidades infinitas bajo la ciudad, de donde los mineros arrancan su sustento y de donde ascienden horrores. | Lugar de miedo ancestral y origen de la Peste Oscura; asociado a los secretos prohibidos del Eternum; Mefisto el arconte y los Hambrientos. |
Hambrientos | Humanos corrompidos por la Peste Oscura, transformados en bestias de ojos ámbar, garras y colmillos. | Encarnan el apocalipsis: devoran, infectan y multiplican el horror en Constanza. Son los antiguos lulu, en otras sagas del Continuus Nexus. |
Mefisto | Figura oscura y legendaria, ligada a la ceniza y al fuego infernal. | Representa el aspecto demoníaco del poder; eco constante en mitos y presagios. Es un arconte del Continuus Nexus. |
Temis | Diosa de la justicia y la profecía, vinculada a la figura del Oráculo. | Otorga legitimidad mística y eleige a las vestales que pueden convertirse en oráculos; su nombre guía visiones, ritos y juicios. |
Vestal | Mujer consagrada al culto y al servicio de los dioses, guardiana de lo sagrado. Deben ser virgenes. | Papel religioso femenino; su existencia refuerza la dimensión espiritual en las ciudades escudo. |
Oráculo | Mujer vestal que ha probado el Exilir de Dragón y ha superado la prueba. | Ayudana los jinetes de dragón a navegar a través de la niebla de ceniza, pues tienen el don de la presciencia de Temis, tomando el Elixir (que es una formular secreta que solo pueden fabricar los alquimistas). Hay muy pocas y algunas ciudades escudo alquilan sus servicios. |
Jinete de Dragón | Uno por generación, clan nómada y dragón. | Cuando un hueco arrancado de las profundidades del mundo es encontrado, devora a quien encuentra… Hasta que un familiar lo reclama, ligando su sangre al dragón. El dragón elige un jinete por generación de por vida. |
Primera Sangre | La leyenda del Elegido. | Primer jinete de dragón, que consiguió que la Primera Ciudad se extendiera, fundando colonias, al atravesar la niebla de ceniza, y alcanzar otras montañas. Esas colonias poco a poco se convertirian en otras ciudades escudo. |
Primera Ciudad | Mito de la fundación de las Tierras de Ceniza. | Cuando los Padres Celestiales naufragaron en el mundo de Tierra de Ceniza, fundaron un primer asentamiento donde se podía respirar en lo alto de una gran montaña, esa fue la Primera Ciudad que más tarde cayó, arrasada por la Peste Oscura de los Hambrientos. |
Padres Celestiales | Mito de la fundación de las Tierras de Ceniza. | Antepasado fundadores de la humanidad en el mundo de Tierras de Ceniza, vinieron de otro mundo, y naufragron en este sin posivilidad de retorno, por lo que tuvieron que adaptarse y sobrevivir. Tras la caída de la Primera Ciudad, la humanidad poco a poco olvido muchos de sus secretos y tecnologías. |
Piedras Exo | Tecnología antigua de los Padres Celestiales. | Ya no se fundan más ciudades escudo… Hay tantas piedras exo como las que trajeron en su barco celestial los Padres Celestiales… Con ellas se activan las defensas exteriores de las ciudades escudo y otras herramientas. Hay una por ciudad que guarda y controla siempre el Dux de la ciudad. La piedra debe estar anclada en un monticulo de piedra, en la posición de mando de la ciudad para que funcione. Su valor es incalculable. |
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@tolmarher ¿Y si la Niebla no corriera detrás de ti… sino que te observara y aprendiera? 🐉🌫️ Llama y Ceniza es alta fantasía oscura en 4 eBooks: ciudades escudo sobre montañas, un Pozo que respira “miel”, una dragona negra tan grande que lleva terrazas en el lomo, y una regla que salva vidas: tres golpes, nunca el cuarto. Clea (fe vs deseo), un jinete con laúd y Astarté (reina celosa) huyen a Lutecia, exploran archivos con la espiral en balanza (Los Magus) y encuentran una palabra raspada en el mapa: UMBRAL. Si te van los dragones enormes, el romance slow-burn y el misterio que late bajo la piedra, esta saga es tu próxima obsesión. 👉 Lee los 4 eBooks desde el enlace en la bio y entra al Pozo. ¿Equipo Pozo o Umbral? Comenta abajo. ⚖️🔥 LlamaYCeniza ContinuusNexus BookTokES BookTok LectoresDeFantasia FantasiaEpica FantasiaOscura EpicFantasy DarkFantasy Dragones DragonTok SagaFantastica Worldbuilding RomanceLento LosMagus Temis Mefisto PozoDeDragon CiudadesEscudo Umbral LecturaRecomendada TBR Libros eBook LeeEnDigital
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