Descripción Física:
El Profeta del Kurgán es un ser colosal, de casi tres metros de altura (aunque en algunas escenas aparece como un gigánte onírico), con una tez grisácea que a veces parece azulada. Su piel es extraña y sus ojos son grises y profundos, dando la impresión de ver a través de las personas. Viste una toga larga y cubre su cabeza con una capucha, lo que añade a su figura una mística imponente. Su voz es profunda y autoritaria, llena de sabiduría y misterio. La mera presencia del Profeta inspira una mezcla de temor y reverencia en quienes lo ven.
Apariciones en La Pureza:
El Profeta del Kurgán aparece en diversas ocasiones a lo largo de “La Pureza”. En un encuentro notable con Samoel, el Maestro Inquisidor, le revela su capacidad de ver y viajar a través de los hilos del espacio-tiempo, comprendiendo todas las decisiones de Samoel en diversas líneas temporales. En otro momento, menciona a Silas, el Upyri humano sin Baraka, subrayando la importancia de este en los planes de las Doce Estrellas Repujadas, mostrando su profundo conocimiento sobre el futuro y los múltiples destinos posibles.
Relación con Khotor-Axia (Ka): A partir del octavo libro de la serie, se empieza a vislumbrar una relación entre el Profeta del Kurgán y Khotor-Axia, también conocido como Ka. Este vínculo se sugiere a través de revelaciones sobre los verdaderos planes del Profeta y su visión del futuro, implicando que tanto él como Ka tienen roles cruciales en los eventos que están por venir, especialmente en la preparación para la gran guerra que definirá la realidad y existencia de la galaxia.
Reuniones con Samael, el Inquisidor Hereje y la Llamada a Silas
En el interior del templo gótico de Kurgán, Samael se encontró con el Profeta del Kurgán, un ser imponente y enigmático. Durante su encuentro, el Profeta reveló su capacidad para ver y viajar a través de los hilos del espacio-tiempo, lo que le permitía comprender todas las decisiones y eventos posibles en diversas realidades. Esta revelación dejó a Samoel impactado, especialmente cuando el Profeta mencionó a Silas, un Upyri humano que no había desarrollado la Baraka, y que era una figura envuelta en misterio y controversia.
El Profeta del Kurgán ordenó a Samoel que le trajera a Silas, destacando la importancia de este Upyri humano en los planes de las Doce Estrellas Repujadas. Samoel, aunque perplejo, comprendió que encontrar a Silas sería crucial para desentrañar estos planes y descubrir su propio papel en ellos.
Historia del Kurgán y su Planeta
El planeta Kurgán es descrito como un lugar dominado por un estilo gótico y oscuro, con estructuras de proporciones desmesuradas, amplias bóvedas y épicas estatuas guerreras. Los Kurgán han evolucionado biológica y técnicamente al margen del resto de la Esfera Humana, habitando en un ambiente donde las leyes del Dogma de los Inquisidores no se aplican. Las Doce Estrellas Repujadas son los verdaderos artífices del destino galáctico, guiando los eventos desde las sombras.
La civilización Kurgán ha permanecido replegada a sus propios sistemas durante milenios, observando sin intervenir en los asuntos de la Esfera Humana hasta el momento en que deciden que es necesario regresar para poner orden y preparar a la galaxia para una guerra inminente. Los Kurgán no profesan la religión del Khaos ni el Dogma como los humanos, y han permitido la existencia de la Cofradía de Inquisidores solo porque servía a sus propósitos en un camino posible del espacio-tiempo.
La Línea del Ocaso, una franja perpetuamente en penumbra en Kurgán, simboliza el estado de lucha interna y transformación de sus habitantes, reflejando las condiciones extremas bajo las cuales florece la vida. Los rituales antiguos y secretos de los Kurgán desafían la lógica y la ciencia, aportando una perspectiva única sobre el cosmos y el papel de los seres vivos en él.
Esta combinación de misterios, habilidades prescientes y una cultura altamente avanzada hace del Kurgán y su Profeta figuras centrales en la narrativa, influyendo profundamente en el desarrollo de la trama y en el destino de los personajes principales.