Jataq, general de la Segunda Legión del Imperio Kish, se destacó por su brillantez táctica y su inquebrantable liderazgo en las campañas imperiales. Su legado de victorias y decisiones estratégicas lo convirtieron en uno de los últimos bastiones de la gloria del Imperio Kish. Por tanto, Jataq fue una figura clave en los últimos días del decadente Imperio Kish. Lideró la Segunda Legión con una astucia militar que le permitió defender los últimos baluartes del imperio. Era un hombre imponente, alto y de complexión fuerte, con una espesa barba negra y cabellos oscuros que enmarcaban unos ojos grises, siempre llenos de una inquebrantable determinación.
El amor prohibido con la princesa Vysenia
Su vida personal fue marcada por un romance secreto y apasionado con la princesa Vysenia, hija del emperador Vysar. Aunque ambos sabían que su relación era prohibida, su amor les ofrecía un refugio en medio de las crecientes tensiones en la corte. Este vínculo, sin embargo, sería también su perdición cuando Velarys, el príncipe conspirador, utilizó este amor como excusa para incriminar a Jataq en una traición que jamás cometió y más tarde para ejecutar a su hermana.
Última Gran Victoria en Sippart
La última gran victoria del general Jataq fue en la esfera de Dyson de Sippart, donde lideró la Segunda Legión del Imperio Kish en una épica batalla contra el temido señor de la guerra Metylus. Esta fue una de las campañas más sangrientas y decisivas en la defensa del imperio. Metylus, un estratega despiadado conocido por su brutalidad y su capacidad para unir hordas bárbaras bajo su mando, había tomado control de una parte vital de la esfera. Jataq, con una brillante maniobra envolvente, logró cercar y aniquilar a las fuerzas de Metylus en una serie de combates cuerpo a cuerpo dentro de los túneles de la esfera. Esta victoria aseguró temporalmente el dominio del Imperio Kish en el sector, aunque el precio fue alto, con miles de bajas en ambos bandos. La derrota de Metylus consolidó la reputación de Jataq como uno de los mejores generales del imperio.
Traición y caída
La caída de Jataq fue orquestada por Velarys, quien manipuló a Tyrion, el hombre de mayor confianza del general, para traicionarlo durante una operación en la esfera de Dyson. Tyrion lo arrojó al vacío, creyendo haber acabado con él. Velarys proclamó a Jataq como traidor y culpó a Vysenia de ayudarlo, lo que llevó a la ejecución de la princesa.
Rescate por un mercader
Jataq fue rescatado por Aristarco, un mercader de chatarra, quien encontró su cuerpo flotando en el vacío. Tras un año en una cápsula de curación, Jataq fue devuelto a la vida. Aunque inicialmente movido por el interés científico de probar su tecnología, Aristarco y Jataq formarían una alianza que marcaría el inicio del regreso del general.
Reaparición y venganza
Tras su recuperación, Jataq renació con un deseo profundo de venganza. Determinado a restaurar su honor y hacer justicia por la muerte de Vysenia, comenzó a reunir a los restos dispersos de la Segunda Legión y a los seguidores leales del imperio, preparando una campaña que, aunque nacida del dolor y la traición, tenía como objetivo restaurar el equilibrio de poder en el Imperio Kish.
Descripción física
Jataq era un hombre imponente, de una estatura que rondaba los dos metros, con una musculatura poderosa y bien definida, producto de años de guerra. Su cabello era oscuro, largo y ligeramente ondulado, cayendo hasta los hombros, enmarcando un rostro severo y curtido por la batalla. Su piel bronceada resaltaba sus ojos grises y penetrantes, que parecían observar cada detalle con una intensidad casi inhumana. Llevaba una barba espesa, negra como la noche, que añadía a su semblante una presencia intimidante y autoritaria. Sus cicatrices, visibles en su rostro y brazos, narraban historias de incontables batallas. Su porte, siempre erguido y majestuoso, transmitía la confianza de un líder natural, un general que inspiraba respeto y temor en igual medida.